Mi vida sobre dos ruedas: años de pasión y trabajo en el mundo de las motos 

Desde que tengo uso de razón, las motos han sido mi gran pasión. Recuerdo pasar horas y horas observando las motos que pasaban por la calle, imaginando que algún día yo también estaría sobre una de ellas.

Y ese día llegó. Cuando cumplí 16 años, me saqué el carnet de ciclomotor y me compré mi primera moto. ¡Fue una sensación increíble! La libertad, la velocidad, el viento en la cara… ¡Me encantaba!

A partir de ahí, mi afición por las motos fue creciendo cada vez más. Empecé a ir a concentraciones, a leer revistas especializadas y a conocer a otros apasionados por las motos.

Fue entonces cuando descubrí que quería dedicarme profesionalmente al mundo de las motos. ¡Y qué mejor lugar para hacerlo que Lugo!

Lugo es una ciudad con una gran tradición motera. Hay muchas tiendas de motos, talleres y concesionarios. Además, la afición por las motos es muy grande en la ciudad y en toda la provincia.

Así que me puse a buscar trabajo en el sector de las motos en Lugo y tuve la suerte de encontrar un empleo en una empresa de motos en Lugo. ¡Fue un sueño hecho realidad!

Empecé como vendedor, pero poco a poco fui aprendiendo sobre mecánica, sobre recambios y sobre todo lo relacionado con el mundo de las motos.

Me encantaba mi trabajo. Disfrutaba hablando con los clientes, asesorándoles sobre qué moto comprar o qué accesorios necesitaban. También me gustaba ver cómo las motos llegaban al taller con problemas y cómo las dejábamos como nuevas.

Con el tiempo, fui ascendiendo en la empresa y llegué a ser jefe de taller. ¡Era un gran reto, pero me encantaba!

Tenía un equipo de mecánicos a mi cargo y juntos nos encargábamos de que todas las motos que pasaban por el taller estuvieran en perfectas condiciones.

He trabajado en el mundo de las motos en Lugo durante muchos años y he vivido muchas experiencias. He visto cómo la tecnología ha avanzado, cómo han cambiado los modelos de motos y cómo han evolucionado las necesidades de los clientes.

Pero lo que no ha cambiado es mi pasión por las motos. Sigo disfrutando como el primer día cuando me subo a una moto y siento la libertad y la adrenalina.

Y me siento muy orgulloso de haber podido convertir mi pasión en mi trabajo. No hay nada más gratificante que trabajar en lo que te gusta y poder compartir esa pasión con otros.

Si eres un apasionado de las motos y estás pensando en trabajar en este sector, te animo a que lo hagas. ¡Es un mundo apasionante y lleno de oportunidades!

Y si vives en Lugo, no dudes en ponerte en contacto con las empresas del sector.