El cliente medio de adeslas seguros dentales y otras pólizas aprecia sobre todo el acceso a endodoncias, prótesis y extracciones, pero tampoco infravalora la importancia de la odontología preventiva. De esta rama depende el diagnóstico temprano de las caries o las limpiezas bucales que frenan su avance.
Un número creciente de pólizas dentales incluye tratamientos preventivos entre sus coberturas, orientadas a preservar la higiene y bienestar de la dentadura del paciente, además de anticiparse a enfermedades relacionadas: gingivitis, periodontitis, etcétera.
Como parte de este servicio, los seguros dentales ofrecen limpiezas dentales (que eliminan la placa y sarro adheridos a los dientes), fluoraciones, radiografías rutinarias y chequeos bianuales, amén de asesorar sobre los hábitos de higiene y alimentación más saludables para el usuario.
Las actuaciones de la odontología preventiva pueden clasificarse en tres etapas, a saber: la primaria, que se enfoca en disminuir el riesgo de patologías bucodentales; la secundaria, donde se tratan las dolencias en sí y se restauran los tejidos y piezas afectadas, y la terciaria, que intervienen cuando las medidas anteriores fracasan y es preciso limitar el alcance de los daños sufridos.
Además de disponer de servicios preventivos, el cliente de pólizas dentales presta especial atención al cuadro médico y la libre elección de especialista. Pese a ser una cobertura básica, no todas las compañías de seguros disponen de un amplio catálogo de centros y profesionales sanitarios.
Sin duda, la eliminación de las listas de espera es otro aliciente de las pólizas dentales. La demora en recibir una asistencia o tratamiento específico aumenta el riesgo de que ciertas patologías se agraven y ocasionan un mayor coste y molestias.
Por el contrario, son exclusiones habituales cualquier intervención o tratamiento derivado como consecuencia de accidentes viales, conflictos bélicos, adicción a las drogas o el alcohol o siniestros acaecidos antes de la contratación de la póliza.