Usos industriales del queso crema

El queso en crema es un producto con una alta demanda en el mercado. Todos lo tenemos en casa y tanto nos salva un desayuno como una merienda o nos sirve de base para aperitivos. Pero este queso es muy utilizado en la industria porque su sabor suave permite que sea elemento  muy versátil en cientos de recetas.

Entre los usos industriales del queso crema más destacados están los que tienen que ver con la pastelería. Sirve para las tradicionales tartas de queso, pero también se utiliza en otras recetas como los frostings de las magdalenas o muffins. Su sabor ligeramente ácido va a ofrecer un contraste muy atractivo con el dulce del bizcocho y, además, permite trabajarlo para conseguir acabados brillantes que entran por los ojos de quién los mira.

En los platos preparados con pasta, el queso en crema puede ser sustituto ideal para muchas salsas tradicionales como la bechamel. Una vez fundido combina perfectamente con todos los platos de pasta y les da un gusto muy particular, por lo que muchas marcas lo escogen para que sus recetas sean más sabrosas y tengan mejor textura.

También se utiliza para elaborar patés, ya que su cremosidad es perfecta para que estos productos tengan ese toque justo que permite que se extiendan sobre el pan y queden bien y sean suaves y se fundan en la boca.

Incluso hay marcas de helado que han optado por el queso en crema en lugar de por la leche para sus productos o para una gama de los mismos. El queso les da un sabor más personal y menos neutro, pero a la vez sumamente atractivo. Y se puede jugar con los diferentes tipos de queso que hay en el mercado para conseguir sabores más intensos o más suaves, para que todos los públicos puedan tener su helado favorito.

Tanto es el uso que se hace de este producto en la industria que hay empresas que lo elaboran en formato polvo para una mejor conservación. Este queso solo hay que mezclarlo con agua una vez en la fábrica para obtener de nuevo su textura cremosa. Y pueden almacenar todo lo que necesiten para dar respuesta a cualquier pedido más grande de lo habitual, sin miedo a que se estropee el stock. Cuenta además con la ventaja de tener un menor peso y resultar más barato de transportar.