¿Te gustaría que tu perrito tuviera una caseta estupenda y preciosa pero tu presupuesto no da para chalets perrunos? Te proponemos una opción barata, aunque te dará un poco más de trabajo y te obligará a ser algo imaginativo.
Para empezar, compra una caseta de madera básica, de esas que son la caseta con una puerta y nada más, sin color y sin barnizar siquiera. De esta manera, será toda tuya para que puedas aplicar tu magia y hacer que la caseta sea perfecta. En este caso, nuestra propuesta es que la caseta coqueta y con un aire clásico.
Lija la madera y aplica una base antes de pintar para sellar los poros. Una vez que la tengas lista, por dentro y por fuera, podrás pintar. En el interior limítate a barnizar para que el perro no se clave astillas y esté más impermeable. Puedes ponerle un suelo cómodo con cojines impermeables si lo deseas.
En el exterior llega el momento de hacer magia. Y el primer paso será pintar la caseta, menos el tejado, en un color blanco. El techo puedes pintarlo de rojo. No olvides comprar pinturas especial para exteriores que sean resistentes al agua y que impermeabilicen la madera. De otro modo, esta hincharía y se pondría fea en muy poco tiempo.
Una vez que has aplicado un par de manos de pintura, toca adornar la caseta. Con pintura negra, marca las líneas de los tablones en vertical. Si no hay tablones porque se trataba de una caseta de aglomerado, puedes inventarlos. Incluso puedes usar un pincel más fino para dibujar ojos de la madera y darle un mayor realismo. Deja junto a la puerta un espacio en blanco, como si fuera una placa, para poner el nombre del perrito.
Con el mismo pincel con el que has trazado las lineas de los tablones y la misma pintura negra, puedes dibujar las tejas del tejado. Si se te da bien dibujar, puedes incluso crear una bonita mariposa en algún lugar, como si estuviera posada en la teja.
Por último, barniza la caseta para hacerla todavía más resistente al exterior, a no ser que la pintura usada no permita el barniz. Y ya tendrás un bonito chalet para tu perrete, totalmente acabado y que tiene un encanto especial porque habrás aportado tu granito de arena para hacerlo cómodo y atractivo.