Integrada en el Parque Nacional marítimo terrestre islas atlánticas, Cortegada es un destino turístico de primer nivel, con una biodiversidad y patrimonio histórico que rivalizan con la oferta de actividades disponibles en esta isla.
Cortegada, a escasos metros de Vilagarcía de Arousa, es la única de las Islas Atlánticas que permanece accesible por tierra, además de por mar. En los periodos de bajamar se habilita un paso entre el puerto de Carril y el extremo noroccidental conocido como O Carril. Cruzarlo a pie es toda una experiencia para el público visitante y permite ahorrar en la reserva de billetes en barco, un gasto inevitable cuando se visitan las Cíes u Ons.
Además, Cortegada alberga el mayor bosque de laureles de Europa. Con dos hectáreas y media de extensión, esta masa verde y aromática, que además de Laurus nobilis posee cientos de líquenes y hiedras, deja atónitos a sus visitantes, acostumbrados al pequeño tamaño que alcanza esta planta en los patios y jardines domésticos.
Los amantes de la historia también tienen una cita en Cortegada, sede de las ruinas de la Ermita de la Virgen de los Milagros, que data de época medieval. En rigor, la isla ya se conocía en época romana. El autor latino Plinio el Viejo la menciona como «Corticata», mientras que los normandos le daban el nombre de Jacobsland. Aunque su donación al rey Alfonso XIII debió impulsar la construcción de una residencia, la idea no prosperó y en su lugar, provocó el abandono de los pocos habitantes de la isla.
Otra razón para descubrir Cortegada es el turismo activo. Son muchas las actividades que pueden practicarse aquí: piragüismo, kayaking, senderismo, etcétera. En concreto, los aficionados al trekking disponen de rutas interesantes que parten del puerto de Carril que abarcan los enclaves más turísticos de la isla y la costa madre.